LA SINGULARIDAD DEL AUTOR PRODUCE UNA OBRA INTEGRADA,
ÚNICA E INIMITABLE,
EN LA QUE SE PLASMAN SUS CONOCIMIENTOS TÉCNICOS, VIVENCIAS, ESTILO Y PERSONALIDAD. UN AUTOR DE VINOS JUEGA CON COLORES, AROMAS Y SABORES AL IGUAL QUE EL PINTOR LO HACE CON COLORES, LUCES Y SOMBRAS. AMBOS NOS OFRECEN SU CREACIÓN PERSONAL PARA EL DELEITE DE NUESTROS SENTIDOS Y EL HALAGO DEL TRATO DIFERENCIAL.